jueves, 19 de septiembre de 2013

Viatgen amb mi / Viajan conmigo






Viatgen amb mi / Viajan conmigo, quinto número de la colección "Poética y Peatonal




La poesía que estimo me resulta entrañable, compleja y tensa.
La poesía que estimo no adoctrina sino que abre interrogantes. No pontifica porque duda y tiembla. Ilumina sin estar obligada a ser luminosa y no vocifera (porque no le gusta el bullicio ni el artificio tramposo de la retórica). No escatima el riesgo.
Me gusta que se equivoque como humano artefacto que es y que no reniegue del error.

Me importa que su apuesta por la palabra sea comparable a su compromiso con el otro. Que sea un acto compartible pero de rabiosa contemporaneidad a fuerza de explorar los territorios de las pasiones humanas, las mismas históricas preguntas, con el prisma distorsionado y defectuoso de lo que todavía no sabemos.

Que agravie, que injurie, que lama, muerda, bese, pero que no mienta.

He pintado la obra de Agustín que es mi manera de leerla, sus poemas de este libro, casi aforismos. Le estaré por siempre agradecido.

He llegado a ver desde muy lejos la levedad. No la ingravidez, no la liviandad. Digo brevedad sutil.




























viernes, 6 de septiembre de 2013

Cada palabra una ceniza blanca





Cada palabra una ceniza blanca, 6º número de la colección "Poética y Peatonal"



Tengo la sensación de que cuando pinto la obra de los poetas que me la confían para este proyecto acabo hablando de mí. Cuando la leo, la interpreto. Cuando la pinto, la interpreto. Y, ya sabemos, el que interpreta se interpreta.
A veces me gustaría ser el otro. Debería ser el otro. Pero no, no soy capaz todavía.

Trabajando sobre los textos de Cada palabra una ceniza blanca ha ocurrido lo mismo, desde luego, pero me he sentido mucho más mezquino que otras veces. Y más pequeño.
Es un libro tan callado, tan íntimo, tan expuesto, que pintarlo se ha parecido más a una profanación que a un juego cómplice.
El temblor, la tensión, han estado. La emoción ha estado.
Faltó algo: la melancolía en Olga es luminosa, la mía no.
La fragilidad de Olga es generosa.
Su honestidad intelectual es desinhibida. Desinhibida no quiere decir explícita. Quiere decir expuesta.

Y yo donde leo dolor, pinto rojo...