el temblor y la ráfaga trigésimo séptimo título de la colección Poética y Peatonal.
“La
mujer es extraordinariamente apta para la poesía, para la gran
poesía. No se detienen en los epifenómenos y se encaminan casi
siempre hacia lo esencial. Y tiemblan, como ya casi no tiemblan los
hombres.”
Estas
son las últimas palabras escritas que dejó mi padre, el poeta José
Viñals, exactamente las últimas al final de un cuaderno de notas
que tenía, ante la inminencia de la muerte, de un carácter más
testimonial e íntimo que poético.
He
pintado este libro para ella pero recordándole...
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