Función de vida cuadragésimo primer título de la colección Poética y Peatonal.
Julieta por las rutas de Michaux
Desperté temprano esta mañana. Por
la casa taciturna me seguía mi perro desvelado. La oscuridad ambigua
de las cosas bajo el manto de esa luz de amanecer, que no se atreve a
ser luz, ni nada.
Cogí mi lápiz grueso de grafito negro y supe que ya estaba dicho:
“No, es aquí cómo es ella:
derribando los templos, rompiendo las ánforas, estableciendo
balances, cargando bolsas, charca donde han bebido búfalos y
antílopes”…
“No, he aquí cómo es ella: un
solo clamor, el progreso como la decencia, como otra edad media y la
belleza, neumático reventado”…
“No, es aquí cómo es ella:
haciendo rodar ruedas, llevando alturas, testimonio de ojos perdidos,
caballos con las patas rotas, caminos descolocados del cielo.
Tú la ves y no la conoces.”
Amanecí pero ya estaba dicho.
Qué inútil madrugada.
G.V.
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